Queridos hermanos y hermanas, quitaríamos una parte notable del Evangelio, si dejáramos de lado a estos seres enviados por Dios, que anuncian su presencia en medio de nosotros y son un signo de ella. Invoquémoslos a menudo, para que nos sostengan en el compromiso de seguir a Jesús hasta identificarnos con él. María, Reina de los ángeles, ruega por nosotros.
Benedicto XVI - Ángelus del Domingo 1 de marzo de 2009.
No hay comentarios:
Publicar un comentario