María y la Eucaristía. Estas dos realidades que llenan de luz y de vida el caminar de la Iglesia peregrina, nos han de animar a iluminar y vivificar con redoblado impulso todos los ambientes de la sociedad peruana, donde los laicos están particularmente llamados a dar testimonio de su fe en el servicio a los hermanos.
(Discurso del Santo Padre Juan Pablo II a los participantes en la misión popular Lima 14 de mayo de 1988)
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