San Miguel Arcángel es una figura importante en la tradición cristiana y es conocido como el jefe de las milicias celestiales.
En el Antiguo Testamento, San Miguel es mencionado como un guerrero que ayudó a proteger a los israelitas. Fue enviado a muchos de los patriarcas, incluidos Moisés, Jacob y Abraham. Es el arcángel que habló a Moisés en el monte Sinaí.
En el Nuevo Testamento, San Miguel aparece en el Libro del Apocalipsis, donde lidera a los ángeles en la batalla contra el dragón (Satanás) y sus ángeles caídos. Esta batalla celestial es una de las representaciones más conocidas de San Miguel como defensor del bien contra el mal.
Tradicionalmente, San Miguel es visto como un protector y defensor de la Iglesia y de los fieles. Su nombre significa “¿Quién como Dios?” y es invocado para pedir protección y auxilio espiritual.
La festividad de San Miguel Arcángel se celebra el 29 de septiembre, junto con los arcángeles Gabriel y Rafael.
Oración:
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú, Príncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén.